Iba a titular la entrada como Elegante o cómodo pero, la verdad, es que la elegancia no tiene por qué estar reñida con la comodidad y yo, francamente, me siento muy cómodo con ropa elegante.
Con este artículo no quiero abrir ningún debate sobre si hay que ir elegante a las fiestas o no, si algo tiene bueno el Lindy es la libertad que hay para todo, incluido la ropa que quieres usar a la hora de bailar, es, simplemente, contaros mi experiencia sobre el tema, sin más, por si a alguien le puede servir para terminar por decidirse por un vestuario u otro.
Cuando empecé con el Lindy no me planteé, en ningún momento, elegir una ropa determinada para bailar, iba a lo práctico, es decir, unos vaqueros, una camiseta, unas zapatillas y a volar. Además, bastante tenía yo con aprender a bailar como para plantearme otros temas. Fue más adelante, cuando ya tenía algo más afianzado el baile y tenía claro que iba a seguir adelante, cuando empecé a ver vídeos de festivales extranjeros y me fijé que, mucha gente, vestía con elegancia y con el estilo de los años 40. ¡Me encantó! Además, por esa época, me junté con un Dandy, el amigo Marcos, y fue el empujoncito que me faltaba para decidirme a dar un paso adelante con el tema de la indumentaria para el baile
A partir de ahí, nos pusimos a buscar ropa de la época en España y, desgraciadamente, nos dimos cuenta de que los hombres lo tenemos bastante difícil, salvo para encontrar zapatos y sombreros, el resto de ropa no la encuentras con facilidad ni a precios asequibles. Bueno, los zapatos y sombreros no es que sean baratos tampoco, todo hay que decirlo. Puedes encontrar ropa a través de webs inglesas o americanas, pero a unos precios bastante prohibitivos. La otra opción, por la que nos inclinamos para no hacerle un agujero gordo a nuestras tarjetas, fue visitar, de vez en cuando, las tiendas de segunda mano de Malasaña, donde puedes encontrar cosas que se ajustan bastante al tipo de ropa que buscamos, y comprar patrones, en eBay, copiados de patrones originales de los 30 y 40 y, posteriormente, acudir a una modista para que nos hiciera unos pantalones. Y así, poco a poco, hemos conseguido un pequeño fondo de armario para ir a bailar como a nosotros nos gusta. Por supuesto, tenemos claro que no vamos con la ropa original de la época e, incluso, ropa que no se pueda fechar en esa época, pero el dinero no da para más.
Ir con camisa, corbata o pajarita, pantalones de vestir, unos tirantes y unos zapatos de piel y suela de cuero me encanta, y eso que al principio me daba bastante reparo, pero ahora me siento muy a gusto y no me veo yendo con otra ropa. Si bien es cierto que a otro tipo de fiestas como pueda ser un clandestino en la calle, sí voy con ropa algo más práctica, en las fiestas “grandes” sí procuro ir maqueado. La verdad es que desde que he empezado a vestirme más elegante para bailar, también me he vuelto más selectivo en mi ropa del día a día, me he vuelto más presumido y he cambiado, en parte, mi forma de vestir.
En definitiva, cada uno que elija la ropa con la que más a gusto baile, el caso es bailar, pero yo bailo muy cómodo con ese tipo de ropa y me siento estupendamente.