Una de mis últimas recomendaciones discográficas tuvo como protagonista a la gran Ella Fitzgerald y el disco, en directo, más famoso de su carrera The Complete Ella in Berlin: Mack de Knife (Live) hoy sigo con Ella y con otro disco en vivo, pero menos conocido que el anterior: Twelve Nights in Hollywood – Live at The Crescendo.
The Crescendo era un club nocturno de Gene Norman que albergó docenas de actuaciones de leyendas del jazz, y donde se grabaron un montón de excelentes discos en directo.
Considerado, incluso mejor que el clásico de 1954 de Mel Tormé, el LP de Ella Fitzgerald grabado en sus actuaciones en la sala en mayo de 1961 generó uno de los mejores (y ciertamente más infravalorados) discos en vivo de su discografía, y casi 50 años después, se convirtió en un pack de cuatro CD que compiló diez días de actuaciones.
Todas sus señas de identidad están a la vista, con un cuarteto pequeño pero expresivo que avala su interpretación, incluyendo el pianista Lou Levy, el guitarrista Herb Ellis, el batería Gus Johnson y el bajista Wilfred Middlebrooks.
Aunque está lleno de momentos de gran brillantez, lo más destacado de este disco es una obra maestra de siete minutos de duración de “Take the’ A’ Train” y el más corto pero excelente “Mr. Paganini.” Y la magistral balada “Baby, Won’t You Please Come Home”.
Norman Granz, director del sello Verve, grabó cada uno de los temas de Ella Fitzgerald entre el 11 y el 21 de mayo de 1961, en el Crescendo, y Twelve Nights in Hollywood contiene los frutos de esa labor: 75 temas diferentes (ninguno de ellos se repite). Aunque tal número de temas pueda parecer un obstáculo, Twelve Nghtis in Hollywood es un clásico de Ella en el escenario.
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