Todas las piezas de vestir hablan del estilo de la persona que los lleva, pero, sin duda, el sombrero aportaba el punto de elegancia.
Si bien, hoy en día, es atípico ver a una persona llevar un sombrero, en los años 30 o 40 era una prenda que todo hombre tenía. Y no solo aportaba un toque de estilo o elegancia, también tenía un uso práctico ya que, tanto en los días de lluvia como en los de mucho sol, protegían a su portador.
En los años 40, los dos sombreros más usados fueron, los Homburg y los Fedora, si bien éste último fue mucho más usado que el Homburg.
Curiosamente, el nombre del sombrero, tiene su origen en una obra de teatro de finales del siglo XIX (1882), de Victorien Sardou y que llevaba por título Fedora y en la que su protagonista femenina portaba este tipo de sombrero.
El ala de este sombrero suele rondar los 6-7 centímetros y la copa de 11-12 que estaba ‘pinchada’ al frente, dando un aspecto triangular a la misma, generalmente está confeccionado en fieltro y sus colores más habituales son café, gris o negro. En la mayoría de los casos tienen una banda ancha alrededor del mismo que suele ser del mismo color, pero con una pequeña diferencia tonal o más oscura.
Algunos de los portadores de Fedora más famosos, han sido Humphrey Bogart, en muchas de sus películas, o Harrison Ford en su papel de Indiana Jones.
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