Trabajar la musicalidad a través de los acentos
Entendemos los acentos como las marcas o cambios musicales de corta duración que sobresalen o destacan en una pieza. Pueden formar parte de la melodía, del acompañamiento o de la base rítmica.
Hay que entender que nos estamos refiriendo a un concepto subjetivo, a una percepción por parte de la persona que escucha la música. Por lo tanto, no todo el mundo entenderá como un acento la misma cosa. Evidentemente, cuanto más contraste el cambio musical sobre el resto de la música más bailarines lo percibirán como un acento y más unanimidad habrá.
Aunque no hay ninguna norma escrita sobre ello, los acentos suelen formar parte de la respuesta que hace una parte de los instrumentos a la melodía de la pieza o representar un refuerzo para marcar el 1.
Desde el punto de vista de la interpretación de la música, los acentos tienen una ventaja y es que suelen ser repetitivos y, por lo tanto, más fácilmente predecibles (podemos anticipar que habrá el acento y, en consecuencia, más fácilmente podremos expresarlo en nuestro baile). Pero todos hemos comprobado alguna vez que los acentos pueden ser engañosos, al igual que nos pasa con la predicción de los breaks . La repetitividad no siempre se cumple totalmente y, además, las diferentes bandas pueden hacer diferentes versiones de la misma pieza y omitir o cambiar un acento que estaba presente en la versión original.
Aún así creemos que marcar un acento que los músicos no terminan interpretando no es equivocarse, más bien es hacer nuestra interpretación de la música y aportar nuestra visión, como bailarines.
Para que no haya confusión sobre qué entendemos nosotros por acentos, te proponemos ver algunos ejemplos en el próximo vídeo donde hemos marcado los acentos que nosotros hemos percibido como más señalados:
Guía
- 0:06 a 0:38 Los acentos de la canción Easy Does It son las respuestas que la sección de viento hace a la melodía.
- 0:41 a 1:19 La conocida canción I Diddle nos muestra una típica estructura repetitiva de acentos.
- 1:21 a 2:03 A The Java Joint los acentos nos ayudan a percibir el 1. Tal como se puede constatar con otros aspectos de la interpretación musical, el último ocho de cada frase se diferencia claramente de los precedentes. En este caso lo comprovamos al ver como el cuarto ocho no tiene el acento en el 1. Además, en la B no hay tampoco los acentos. En este caso nos será muy útil saber percibir la estructura de la frase para poder predecir mejor si habrá o no un acento en el próximo 1.
- 2:05 a 2:33 En Flying Home los acentos responden a la melodía.
- 2:35 a 3.26 En Be Careful cada ocho tiene una respuesta diferent a la melodía. Pero esta estructura de respuestas, aparentemente variable, se repite siempre igual a lo largo de la pieza.
- 3:27 a 4:08 Makin Whoopee es un interesante repertorio de diferentes acentos. En esta pieza se pone a prueba la creatividad del bailarín que quiere expresar todos los acentos.
Puedes escuchar estas piezas, en su versión completa, en la lista “accents” de Spotify, conectándote con el usuario “jaume.rosset”, o visitando este link.
¿Cómo hacer visibles los acentos?
No todas las piezas tienen acentos claros y diferenciados pero, si los tienen, puede ser interesante y atractivo visualmente marcarlos, hacerlos visibles en nuestro baile.
Hay bailarines que tienden a hacerlo realizando movimientos con los brazos, la cabeza, expresiones de la cara o posturas del cuerpo. Pero lo que suele hacer la mayoría de bailarines es expresarlo con movimientos de las piernas y de los pies, ya sea mediante kicks o mediante un paso que encaje con el acento. De hecho esto tiene cierta lógica ya que el cuerpo y los brazos tienen funciones de guía que pueden hacer difícil utilizarlos como vehículo expresivo. También es posible que no tengamos tanta facilidad o tantos recursos a la hora de utilizar variaciones de cuerpo o brazos, simplemente por el hecho de que lo que habitualmente practicamos, en las clases de baile, son básicamente variaciones de pies.
Mira este vídeo donde Dax Hock y Emily Yo Hoffberg bailan una pieza que han coreografiado. No hay duda de que juegan con ventaja. Esto no es baile social; han podido estudiar la música y buscar los detalles que más les interesa expresar en su baile. Aún así creemos que es un buen ejemplo de musicalidad basada en los acentos. Fíjate como los acentos les dan mucho juego y les ayudan a hacer mucho más expresivo su baile .
Mira ahora, si quieres, este otro vídeo de Dax Hock y Ria DeBiase. Ya verás que aquí, ya que se trata de baile social, improvisado, no siempre es tan fácil percibir los acentos y entender cómo los marcan. Es más, es posible que algunas veces hayamos interpretado que el leader o la follower marca un determinado acento y, de hecho, esto sea una casualidad, una alucinación de los que hacemos esta web.
Guía
- 0:15 Dax marca tímidamente el acento flexionando el codo, doblando el brazo izquierdo, y cerrando la mano.
- 0:18 Acompañan el acento con un kick de Dax y un twist ligeramente marcado por Ria.
- 0:20 Nuevamente kicks de Dax.
- 0:27 Ambos marcan el acento flexionando la rodilla y realizando una pequeña parada. Dax, además, lo marca con la mano izquierda.
- 0:30 Elegante movimiento del brazo de los dos, acompañando el acento.
- 0:36 Este acento no lo marcan. Posiblemente es por el hecho que les pilla en el momento en que el paso que están realizando no permite demasiados cambios. Aun así, también es posible que no lo hayan podido anticipar (previsión) o, incluso, que hayan decidido que no querían reflejar en su baile (no hace falta que todo lo que pasa en la música sea evidente en el baile).
- 0:45 Los dos realizan un kick para expresar el acento.
- 0:47 Un twist asimétrico de los dos reproduce muy bien el acento.
- 1:12 Nuevamente unos kicks para marcar el acento.
A menudo los acentos son una parte muy evidente de una canción. Esto los hace muy atractivos como elementos donde basar la musicalidad. Pero pensamos que basar la musicalidad esencialmente en los acentos también tiene algunos pequeños inconvenientes. Por un lado, si un bailarín se propone marcar los acentos de una pieza y resulta que, a medida que los va marcando, se da cuenta que esa canción está rellena de ellos, puede terminar agobiado él y, sobre todo, su pareja de baile. Por otro lado, si uno intenta marcar todos los acentos de una pieza las posibilidades de error (de marcar uno que no estaba o no marcar uno que acaba siendo muy evidente) son altas y, en consecuencia, también es alta la posibilidad de frustración. Evidentemente cada uno debe decidir qué y cómo quiere bailar, pero pensamos que no estaría nada mal que, al bailar, analizáramos este tipo de aspectos y supiéramos encontrar un punto de confort propio y de la pareja, también en este terreno.
¿Cómo mejorar la musicalidad basada en los acentos?
La propuesta que te hacemos es trabajar a tres niveles:
1- Trabajar la percepción y la anticipación de los acentos
La educación del oído, tanto desde el punto de vista de memorizar canciones como, sobre todo, de aprender a intuir el comportamiento de una melodía, es un ejercicio esencial para mejorar la interpretación de la música y la musicalidad, también cuando queremos mejorar la percepción y la identificación de los acentos.
Hemos seleccionado unas cuantas canciones donde hay diferentes tipos de acentos para que lo puedas trabajar.
Te proponemos que las escuches, una a una; que intentes predecir dónde estarán los acentos, que intentes entender si siguen algún patrón concreto, una secuencia repetitiva determinada. Si, al escucharla, los reconoces con facilidad, pasa a la siguiente. Si no es así, te aconsejamos que la vuelvas a escuchar, las veces que haga falta, hasta que te sea bastante fácil predecirlos.
Accent On Swing-Benny Carter
Too Darn Hot-Ella Fitzgerald
Just You, Just Me-Buddy Bregman & His Orchestra
Someday Sweetheart-Kay Starr
A Penny A Song-Sid Phillips & His Band
Swingin’ On Nothin’-Tommy Dorsey
Lumby-Charlie Barnet
Puedes escuchar todas estas canciones, en la versión completa, en la lista “accents” de Spotify, conectándote con el usuario “jaume.rosset”, o accediendo a este link.
Los acentos a menudo se pueden predecir a partir de lo que llamamos los patrones musicales predecibles. Escucha, dentro de la misma lista “accents” de Spotify, la pieza Hoy-Hoy-Cab Calloway. Esta sigue un patrón de distribución de los acentos muy habitual. Verás que hace acentos al final del primer, segundo y cuarto ocho y que, mientras el tipo de acento del primer y segundo ocho es muy similar, el del cuarto (atendiendo que debe resolver la frase) ya es bastante diferente. El patrón que hace, aunque va variando a lo largo de la pieza, es el siguiente:
1er ocho: dos acentos en la 5ª pulsación, uno en la 7ª
2on ocho: acento en el 5 y el 7
3er ocho: sin acentos
4o ocho: dos acentos en el 3, uno en el 4 y el 6.
En Let Me Off Uptown-The Delta Rhythm Boys la distribución es la misma, aunque los acentos son diferentes. Recordar y saber reconocer este tipo de distribución de las respuestas te puede ser bastante útil en la interpretación de la música y la musicalidad.
2- Mejorar la creatividad a partir de lo que te sugiere el acento
Escucha estos vídeos, uno a uno, sin mirar cómo lo bailan. Identifica los acentos que te parezcan más relevantes. Si no conoces la pieza, puede ser útil analizar dónde están los acentos. Ver si son respuestas a la melodía, si se repiten siempre en unos momentos determinados de la frase, si aparecen en la A o la B… Cuando te sea posible predecir los acentos con cierta facilidad imagina, por cada acento que quieras marcar, cuál sería tu reacción si lo estuvieras bailando. Intenta ser creativo; intenta que tu cuerpo exprese lo que te sugiere la música.
Puedes escucharlo una vez más intentando generar nuevas opciones para cada acento.
Finalmente, puedes visionar el vídeo mirando qué han hecho los bailarines y analizar si es un tipo de respuesta que encajaría en tu forma de bailar y en cómo te hace reaccionar aquel acento.
3- Haz el proceso lo más natural y espontáneo posible
Ahora hay que seguir practicando. Pon música que tenga acentos (puedes usar la misma que te hemos propuesto antes) e intenta marcar estos acentos a tu manera. Puedes hacerlo tú solo o trabajarlo con tu pareja. Recuerda que no siempre la pista de baile es el mejor lugar donde trabajar estas cosas. Hacerlo en casa, con tranquilidad, centrado en lo que estás haciendo, intentando entender y corregir los errores cometidos, parece mejor opción que no hacerlo en la pista de baile, donde el objetivo principal es pasarlo bien.
Segunda y última parte del artículo elaborado por Jaume Rosset i Llobet con la colaboración de Jaume Aulet, ambos con una ya larga “carrera” en el mundillo del swing y que, amable y desinteresadamente (algo no muy habitual hoy en día), me autorizaron a subirlo a mi antiguo blog «El rincón de Daddy Swing». Desde aquí os quiero dar las gracias por vuestro trabajo y vuestra generosidad. Podéis ver este trabajo en su página web Swing this music y seguirles en su grupo de facebook