El término flapper parece ser que tiene su origen en un vocablo británico para referirse a aquellas mujeres que se rebelaron contra las convenciones sociales de la época, años 20 del siglo pasado, fumando, bebiendo, conduciendo, dejando de usar el corsé, usando faldas más cortas, luciendo cortes de pelo muy cortos y escuchando, y bailando, música no muy bien vista en aquella época: jazz.
Uno de los factores que influyeron para la aparición de este “movimiento” fue la incorporación de la mujer al trabajo durante la I Guerra Mundial, aunque sería algo efímero, y las ganas de vivir que siempre aparecen al final de un gran conflicto bélico.
Escritores y artistas estadounidenses como F. Scott Fitzgerald, John Held Jr. y Anita Loos popularizaron esta moda y actitud social en sus obras, dando la imagen de que las flappers eran mujeres independientes y atractivas. La actriz Clara Bow es citada con frecuencia como ejemplo de flapper típica, aunque Zelda Fitzgerald, esposa de F. Scott Fitzgerald, está considerada como el icono de estilo de la época, su marido la consideró como la primera flapper de Estados Unidos.
Como ya hemos dicho anteriormente, las flappers, cambiaron el comportamiento típico de la mujer de su época pues iban por las noches a clubs de jazz donde solían bailar de forma provocativa, fumaban cigarrillos con largas boquillas, aspiraban cocaína y tenían citas. Conducían motocicletas y coches (rápidos). Bebían alcohol abiertamente, un acto de desafío en un período de prohibición. El petting (relaciones sexuales que no incluían el coito) se hizo mucho más frecuente. Las flappers también llevaban lápiz de labios a prueba de besos y mucho maquillaje con collares y pulseras de cuentas. Les gustaba llevar el pelo corto, con un corte bob cut, a menudo tiñéndolo de negro azabache o de rubio platino.
En cuanto a la forma de vestir de las flappers llevaban vestidos rectos y con amplios escotes sujetos solo con tirantes, dejando totalmente al descubierto los brazos, generalmente con cinturones colgando de la cadera para acentuar levemente el cuerpo menudo y esbelto entre las holgadas prendas. Las faldas tenían el corte justo por debajo de las rodillas hasta 1927, permitiendo un elegante y provocador vuelo que dejaba ver las rodillas considerablemente cuando una flapper bailaba o caminaba.
En vez de llevar los corsés para resaltar las curvas, reducir cintura, y marcar busto y cadera como se hacía hasta los años 20, las flappers usaban sujetadores y fajas que moldeaban una figura sin formas, reduciendo pechos y caderas, dando una imagen más infantil, frágil y de efebo, que al mismo tiempo recordaba el aire varonil ya mencionado de las flappers. La faja, que llegaba a mitad del muslo, llevaba liguero para sujetar las medias de seda negra o blanca.
Los accesorios se convirtieron en una parte muy importante del vestir. Por lo general consistía en piezas de joyas de moda Art Decó, con muchas capas de collares de perlas. Los guantes largos, los bolsos para la calle, sombreros, estolas de pelo, anillos, broches y zapatos con tacones altos eran complementos que no podían faltar en una flapper.
Los sombreros cloché eran también muy comunes entre las flappers. De copa hemisférica, cuerpo cilíndrico y pequeña ala recta con pliegue a un lado, estaba realizado por el entrecruzamiento de cintas de seda. Era más sencillo, práctico y permitía libertad a la hora de caminar. El fieltro era el material más usado ya que era el que mejor se adaptaba a la horma. Para el verano, los clochés se hacían de paja. Sombreros que podían pintarse para un mejor resultado.
Pero tal vez, lo más escandaloso de las flappers, era el evidente uso de maquillaje, anteriormente limitado a las actrices y prostitutas. Las flappers palidecían la piel con polvos de talco, resaltaban los labios con rojo carmín y los ojos con delineador negro.
A pesar de su popularidad, el estilo de vida flapper y su imagen no pudo sobrevivir al Crack del 29 y la posterior Gran Depresión. Esta actitud llena de vida y hedonista simplemente no pudo encontrar su lugar en mitad de los problemas económicos de los años 30. Más específicamente, dicha década trajo una reacción conservadora y una revitalización religiosa que erradicó los estilos de vida liberal y las modas de los años 20. Aun así, las independientes flappers permitieron a las mujeres modernas convertirse en una parte integral y duradera del mundo occidental.
Fuente: Wikipedia